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jueves, 6 de febrero de 2014







ACERCÁNDOSE AL MAESTRO
DISCIPULADO NO. 14



El Sendero del discipulado comprende varias etapas. En concordancia con las enseñanzas del Maestro (K.) cada uno de los pasos está en relación con las fuerzas cósmicas de los cuatro elementos básicos. Tierra, Agua, Fuego y Aire. El  nuevo quinto elemento, en proceso de germinación, llamado éter o Akasha queda reservado para los Hermanos Legos, el paso siguiente al Discipulado. Los dos elementos restantes, de un total de siete, que están aún latentes en nuestro esquema de evolución, solo pueden ser despertados por los Iniciados de Alto Grado, esos seres Sublimes a quienes llamamos Hermanos Mayores de la Humanidad, los verdaderos Maestros .

Cuatro etapas básicas podemos considerar: el Discípulo en Probación, que es diferente del Probacionista o Chela, ya que éste último aún no se halla en el sendero del discipulado, el Discípulo en Vías de Aceptación, el Discípulo Aceptado o Discípulo en el Corazón del Maestro y el Discípulo Iniciado. Otras clasificaciones pueden haber sido dadas por algunos Maestros e Iniciados, las cuales son igualmente válidas. Las aparentes diferencias se concilian si comprendemos el punto de vista usado para ello. Veamos con detenimiento este proceso:

El Discípulo en Probación es aquel aspirante que, una vez cumplida su etapa de Probacionismo, hace su petición de discipulado al Maestro. Hay que aclarar que cumplir la etapa del probacionismo no significa que simplemente haya transcurrido cierto tiempo en ella sino que en realidad haya vivido el proceso de prepurificación que implica este autoadiestramiento previo al verdadero Sendero. Invito a los interesados a leer nuevamente el artículo sobre probacionismo (EL GRAN CONFLICTO) publicado con anterioridad. Adicionalmente el aspirante probacionista debe haber establecido cierta disciplina de ejercicios de concentración, para adiestrar la mente y retrospección de sus acciones, emociones, sentimientos y pensamientos. Esto lo capacita en el mecanismo de autoobservación y autoevaluación sinceras. 

Una vez que se ha transitado por este camino de probarse a sí mismo si se está listo para un trabajo espiritual más avanzado, desprovisto de intenciones egoicas y con el impulso volitivo, el corazón abierto y la mente alerta, la irradiación de su aura habrá llamado la atención de algún Maestro de La Hermandad Blanca o Jerarquía, un Iniciado de Alto grado, quien se pondrá en contacto con él, directamente, o lo pondrá en contacto con alguno de sus discípulos. Si lo hace directamente es porque ya está suficientemente preparado. La aparición directa del Maestro puede hacerla en su cuerpo físico real si se trata de un Maestro encarnado o en una precipitación o proyección de éste. Si es un Maestro que no posee vehículo denso se presentará en sus cuerpos sutiles o hará también una proyección o precipitación temporal de acuerdo con las capacidades o habilidades de percepción desarrolladas por el candidato. Se trata, en los dos casos, de una experiencia nítida, real, con plena conciencia y no de una simple ensoñación o imaginación, que dejará una profunda impresión interna en el elegido, una impronta inolvidable. 

Si el candidato a discípulo no está suficientemente preparado o si aún no ha llegado el tiempo de despertar a la consciencia del entrenamiento recibido, o del camino recorrido  en otras vidas, o aún no ha llegado el tiempo de maduración conveniente de sus vehículos para una experiencia de contacto directo, el Maestro le pondrá en contacto con uno de sus discípulos y le brindará la oportunidad de acercarse a su ámbito de influencia. Aunque raras veces un Maestro elevado envía una razón personal a un candidato a través de otra persona, si se tratase de alguien que ya debe ser contactado, el Maestro lo hará. Esto no es definitivamente muy usual. Lo que casi siempre ocurre es que el candidato es llevado al campo de vida del discípulo del Maestro y se verá atraído tanto por el magnetismo espiritual de su aura como por su enseñanza o su obra de servicio, las cuales serán para el buscador como un bálsamo que cura las heridas del alma y calma la sed de búsqueda superior.

Una vez hecho este primer contacto, con el Maestro o su discípulo, el probacionista debe hacer la petición al Maestro. Esta solicitud ha de ser hecha en una fecha y hora adecuada, de acuerdo con la Carta Natal del aspirante. El método de cálculo de los momentos indicados es hecho por el Maestro antes de propiciar el encuentro y enviar el impulso al aspirante, o le es enseñado al discípulo guía para que le sea transmitida  a la persona la información precisa acerca del momento exacto en que hará la petición. En todos los casos el Maestro estará presente tenga o no el candidato conciencia de su presencia en el momento de la petición para ser aceptado como discípulo en su Orden. Es posible que los más sensitivos tengan consciencia o evidencia por percepción extrasensoria de la presencia Sublime. Así ha sido manifestado por algunos aspirantes. Los más sensibles estarán plenamente conscientes de la Sagrada Presencia del Venerable Maestro.

El Maestro no dará la respuesta al aspirante en ese momento. A partir de este contacto el candidato se convierte en un Discípulo en Probación y estará bajo la “atenta mirada” del Maestro, no queriendo esto decir que se convierta en un implacable juez de todo nuestro actuar, sentir y pensar. El Instructor solamente verá nuestro progreso, el fulgor de nuestra llama de la aspiración y la radiación de nuestros logros al alcanzar sublimes ideales que se convierten en simientes poderosas de nuestras acciones. La petición del Discipulado al Maestro es una velada autorización para que éste pueda consultar nuestra información. Algunos autores de escritos esotéricos mencionan el hecho de que el Maestro hace una copia exacta del aura del discípulo ( cuerpo etérico, astral y mental) la cual resuena con su aura real y se modifica simultáneamente con ésta, sirviendo como método de seguimiento instantáneo. Seguramente algunos Hermanos Mayores usarán este método, debido a la gran cantidad de discípulos y a sus múltiples ocupaciones. Según la información de quien escribe, la capacidad del Maestro de permanecer simultáneamente en varias locaciones a la vez  (poder de ubicuidad), le permite tener noticias permanentes de sus  discípulos, gracias al puente de contacto establecido con ellos. Recordemos que los Divinos Seres Iluminados han franqueado las barreras del espacio y del tiempo.

Varios factores son tenidos en cuenta por el Maestro para la aceptación a este nivel. Uno de ellos es el grado de maduración de los vehículos, el cual varía según el recorrido a través de nuestras vidas. Normalmente, si es la primera vez que se aspira al discipulado, es deseable que el cuerpo mental del candidato haya nacido ( suele suceder alrededor de los 21 años) y se haya desarrollado por lo  menos durante su periodo de desenvolvimiento  de 7 años  (usualmente ocurre hacia los 28 años). Solo en el caso de personas con “almas más viejas” la maduración ocurre antes de este tiempo. Hacia los 21 años aproximadamente también el Espíritu Humano o Manas  ha despertado, lo cual es necesario para poder construir el puente entre la mente ordinaria y la mente abstracta, lo que ocurrirá en la humanidad corriente durante la quinta revolución cósmica o ronda de nuestro actual Período Terrestre o Cuarto día de la creación. El Discípulo hará este trabajo en la encarnación presente, mediante los ejercicios y la disciplina del Discipulado. Puesto que los cimientos y la estructura han de soportar el edificio, se requiere de una personalidad bien cimentada para el trabajo interior. El Maestro solo hará contacto con candidatos cuya estructura soporte el duro entrenamiento a que serán sometidos. Solo los antiguos Discípulos del Maestro en vidas anteriores serán contactados por él a tempranas edades. En los demás casos el primer contacto suele ocurrir después de la primera revolución de Saturno, hacia los 28 años. La pre aceptación como Discípulo en Vías de Aceptación suele esperar hasta los 35, momento del despertar del Espíritu de Vida o Budi, La Fuerza Crística latente en cada ser humano.  En cada caso particular el Maestro evaluará la fortaleza física, etérica, astral y mental. Si considera que el candidato no es apto le encaminará a hacer ciertos ajustes de manera consciente o a esperar prudentemente el despertar  de los vehículos correspondientes. Si el candidato no da la talla, el Instructor esperará pacientemente pero no lo aceptará en su círculo más cercano hasta que esté suficientemente preparado ya que un entrenamiento fuerte en una estructura débil sería desastroso y podría causar daños físicos, etéricos astrales o mentales, de acuerdo con los puntos de falencia del neófito. Los Maestros se cuidan muy bien de no dañar a nadie, de “no tirar las margaritas a los puercos” pues saben bien que la luz del sol hace crecer tanto las buenas como las malas hierbas de un jardín. Cada candidato debe desherbar su propio jardín de rosas a fin de verlas florecer.

En esta fase de Tierra el candidato será probado como Jesús en el desierto y tentado a “convertir las piedras en pan”, a usar el poder espiritual para satisfacción de su ego y a añorar “los reinos del mundo y su gloria”. Será examinado cualquier oculto deseo de poder personal  (Capricornio), cualquier oculta semilla de vanidad o excesivo enfoque hacia la vida material y cualquier falla o despilfarro en el sentido de administración de los bienes que le han sido otorgados para su subsistencia incluidos sus cuerpos físico y etérico ( Tauro). Igualmente  será medido en su deseo de servicio amoroso y desinteresado y en la calidad de su discernimiento en relación con las decisiones que competen a su vida material. A la par se evaluará el nivel de apego a las cosas terrenas y su habilidad para descubrir la presencia Divina en el Mundo de la materia (Virgo). 

Si el candidato piensa que ahora que el Maestro es su aliado le concederá todo aquello que le pida, se alejará cada vez más del Instructor. El cuerpo denso  y etérico deben ser sutilizados y fortalecidos en esta etapa por lo cual deben ser bien alimentados, haciendo esto referencia a la calidad del alimento ingerido y al equilibrio de la cantidad. El vehículo denso debe ser moderadamente ejercitado y le debe ser dado el merecido descanso diario, uno más largo cada semana y uno aún más extenso cada año. Si la dieta y el ejercicio debilitan el cuerpo deben ser revisadas y replanteadas. La sexualidad debe ser moderada a fin de no perder la fuerza del éter de Vida.

 El análisis astrológico de los aspectos de fricción en signos de Tierra, en la Carta Natal del aspirante, dará la clave individual de los trabajos en esta etapa. Igualmente serán indicadores los aspectos negativos de Saturno, Venus y Mercurio. El ego del candidato se opondrá con fuerza al cambio y estos aspectos cobrarán fuerza convirtiéndose en los tentadores del proceso. Los aspectos de cuadratura serán los más duros. Si son cuadraturas involutivas motivarán al candidato hacia el mal obrar, haciéndolo un sembrador de futuro karma y si son evolutivas mostrarán el karma acumulado en vidas anteriores y que debe ser debidamente redimido mediante la Recta acción, el desprendimiento, la generosidad y el servicio. La avaricia, la codicia, el temor a la carencia y el trabajo excesivo o deseo exagerado de logro material deben ser observados con detenimiento y procesados debidamente. 

Diplomacia, humildad, independencia, perseverancia, paciencia, puntualidad, servicio y moderación son claves importantes en esta fase.



La segunda etapa del camino del Discipulado es la del Discípulo en Vías de Aceptación. Una vez que el Maestro ha observado durante cierto tiempo al discípulo en Probación y ha visto que ha intentado superar con cierto éxito sus pruebas de Tierra, estará un poco más cerca de él y le transmitirá una nueva fuerza espiritual  que lo pondrá en un círculo más estrecho del Ashram u Orden del Maestro. Generalmente aquí el candidato es ayudado desde los mundos internos por el grupo de discípulos del Instructor y es llevado en las noches, durante el sueño a ciertas escuelas de instrucción donde recibirá ayuda especial para los trabajos de Agua, pero aún no es admitido al Templo de la Orden. Recibirá además instrucción especial. Generalmente esto ocurre de manera inconsciente a menos que se trate de alguien con capacidad de abandonar conscientemente el vehículo denso. No obstante, la enseñanza calará profundamente en el individuo y enfocará ahora su ser en su mundo de emociones, sentimientos y deseos, en su Agua o Cuerpo astral o de Deseos.

El candidato debe examinar si es rencoroso, apegado al pasado, perezoso, duro por  fuera y blando por dentro como el cangrejo, ingenuo, retraído, soñador o tímido (Cáncer). Ha de trabajar para vencer estas tendencias. Igualmente debe evaluar si es resentido, vengativo, irritable, contradictorio, autodestructivo, reprimido, lujurioso, prepotente, envidioso,  odioso u  obsesivo ( Escorpión). También debe observar si es pasivo, con poco incentivo para la lucha, iluso, dramático, voluble, sumiso, psíquico negativo o depresivo (Piscis). En esta etapa ha de prestarse atención especial a las respuestas emocionales frente a la realidad y desarrollar una actitud de serena expectación frente a cualquier cosa que suceda. Han de mirarse los sentimientos negativos que generan las emociones repetitivas inadecuadas y los bajos deseos que se generan a partir de estos sentimientos. Esto implica una mirada profunda a su mundo astral interior, un sondeo que remueva capas recónditas del inconsciente para ver el afloramiento de la sombra egoica. Los aspectos de fricción en signos de Agua en la Carta Natal le indicarán al discípulo cuáles son sus falencias particulares al respecto. También debe examinar los aspectos friccionantes de la Luna, Plutón, Marte, Neptuno y Júpiter. En cada caso, los aspectos involutivos le harán ser el protagonista de eventos internos y externos que lo llevan a acarrearse un karma futuro en tanto que los aspectos evolutivos le mostrarán los errores de pasadas encarnaciones. Deberán ser superados para evitar la exteriorización del Karma a través de la vía del dolor, la enfermedad y el sufrimiento, mediante la expresión de los más elevados sentimientos y la educación consciente de sus respuestas emotivas, sin represión. Esto generará un gran deseo de servir a toda la Humanidad. Los anhelos de satisfacción de deseos personales mermarán mediante el desarrollo de una alta consciencia grupal y un sentimiento profundo de unidad con todos los seres y las cosas. Una gran paz comenzará a invadirle y una alegría profunda surgirá en su vida pues se hará indiferente a fracasos y triunfos, aceptando que la realidad precipitada a su alrededor tiene un propósito Divino y es la expresión plena e inteligente de la Voluntad Suprema. A estas alturas el discípulo será un gran colaborador en la tácita obra del Maestro y será un difusor por vía oral, escrita o de hecho, de las enseñanzas de la Antigua Sabiduría.

En las pruebas del Agua, la energía del Maestro será como una gran piedra que cae en el lago de su propio mundo astral, haciendo que surjan grandes olas y fuertes remolinos que traerán a la superficie el cieno del fondo. La tarea del discípulo es permitir que su lago recupere la calma, drene la suciedad y la superficie este quieta, serena y límpida, para reflejar lo superior.

 En esta etapa también las fuerzas negativas de Plutón. Marte, Luna, Neptuno y Júpiter tentarán al candidato con poderes oscuros, con el psiquismo negativo (percepción involuntaria por el plexo solar), con la mediumnidad, con la magia oscura, la seducción  y la perversión sexual y con la canalización de entidades que suelen disfrazarse de Maestros o Seres de Luz. El segundo chakra del discípulo entra en un nuevo ciclo de actividad y si no ha habido una buena educación sexual desde la óptica de la espiritualidad, toda la fuerza le hará desarrollar un magnetismo que desborda por este centro, atrayendo a muchas personas hacía sí. Si no logra la moderación, la fidelidad, la transmutación de la fuerza creativa no usada, la pureza de intención y de contacto, caerá en una gran trampa de lujuria. Muchos discípulos en Vías de aceptación e incluso de mayor grado se han perdido y han hecho un gran daño a otros y a sí mismos. El Maestro no exigirá la castidad absoluta pues sabe que a estas alturas será imposible de manejar por el discípulo. Este gran paso está reservado para las iniciaciones superiores pero tampoco aceptará ni a los reprimidos, que son una bomba de tiempo, que explotará en lujuria o a través del centro laríngeo, por su conexión al segundo chakra, en la maledicencia, el chismorreo, la grosería, la morbosidad parafílica o la calumnia, ni a los desaforados que pierden toda su energía y su éter de vida en el sexo.

El Discípulo en Vías de aceptación se distinguirá por su carisma, por el Amor que despliega hacia todos los seres de la Creación, por su pureza de intenciones, por su genuina alegría y entusiasmo, por su deseo de hacer el bien y expresar la belleza en todo lo que hace, dice y piensa. Esto no quiere decir que se convertirá en una alfombra que cualquiera puede pisar. El discípulo es un ser Manso pero no menso. La misma fuerza espiritual que despliega y que le permite irradiar la luz que le va inundando le da la fortaleza de rechazar el mal. Sabrá decir con entereza “apártate de mí Satanás”, como Jesús en el desierto y tendrá la valentía de “correr a los mercaderes del templo”.

Sobrepasada esta etapa, entrará en la categoría de Discípulo Aceptado. El Maestro le admitirá en el círculo de sus discípulos y le pondrá en contacto con la Hermandad Blanca o Jerarquía. Aún así apenas está pisando la puerta del sendero y estará transitando el camino del elemento Aire. Su cuerpo mental será el punto de enfoque del arduo trabajo. Será preparado para las Iniciaciones.

El discípulo del Aire se proyectará hacia los demás para compartir con ellos su conocimiento interior y alumbrar el Camino de los que vienen tras él o caminan con él. Se acercará con mente abierta, libre, para examinar con gran profundidad las enseñanzas de otros Maestros y realizar un amplio trabajo de síntesis (Libra), en tanto que horada en las profundidades de la caverna de su mente para encontrar la luz interior que le lleve al Mundo de la Sabiduría. Será probado en su tolerancia y en sus relaciones. Desarrollará un alto grado de magnetismo mental gracias a la luz que fluye en su mente y a la conexión con la mente del Maestro y con las Enseñanzas de los Templos de la Jerarquía. Este magnetismo atraerá hacia él a las almas sedientas de aguas vivas, a los buscadores sinceros del Sendero.


Será desde entonces piedra angular en la formación de grupos y grandes proyectos de servicio amoroso a la humanidad en general (Acuario). Será probado en su dedicación y servicio al Plan. Ayudará abiertamente en la difusión de las enseñanzas de la Antigua Sabiduría, siguiendo principios de comprensión y tolerancia con otras líneas de aprendizaje en aras de la Hermandad de todos los hombres. Será un sabio orador. Su palabra se hará rica en sabiduría y tendrá fuerza poderosa para comunicar luz y llegar al corazón de los que le rodean ( Géminis). Será probado para descubrir cualquier sombra de ego y egoísmo intelectual. Los aspectos de fricción en signos de Aire en la Carta Natal indicarán los principales puntos de trabajo así como los aspectos negativos de Venus, Urano y Mercurio.

La meditación es un ejercicio bá
sico en el discipulado y en esta etapa es fundamental. Aquí el Maestro elegirá un alto nivel, lejos de la simple observación sobre la estructura inferior o juego de vehículos. El velo astral debe haber sido levantado aquí y la mente trabajará en su propio nivel, sin la interferencia de la emoción y aún más distante de la visualización o la imaginación, las cuales el discípulo habrá dejado de lado. La meditación reflexiva en el nivel abstracto es el nivel inferior exigido aquí, tanto en la práctica diaria como en los momentos de celebraciones cósmicas especiales.

Las meditaciones relacionadas con ciertos momentos del ciclo zodiacal se harán necesarias y son de especial ayuda para el discípulo pues durante ellas estará más cerca de los Maestros y recibirá bendiciones y energías importantes. En las etapas de Probacionismo y Discípulo en probación se aceptan ejercicios de concentración en estas fechas, en especial en los días de Luna Llena y Luna Nueva, con base en lecturas especiales o en un pensamiento semilla o palabra clave. A partir de la fase del Discípulo en vías de aceptación se exige un nivel más profundo y después de la fase de concentración que exige una forma de pensamiento  o reflexión diferente se pasa a una fase de meditación en el silencio mental. Cada meditación de Luna Llena o Nueva tendrá objetivos diferentes. Las instrucciones, pensamientos semilla y directrices serán comunicadas al discípulo. Al discípulo aceptado le será dado un ejercicio especial a ser practicado durante las fases de Luna Nueva con una directriz individual que será calculada mediante su Carta Natal, con el objeto de ayudarle a la separación de los éteres superiores (Luminoso y Reflector) de los inferiores o de mayor densidad( químico y Vital). Esto lo capacitará posteriormente para funcionar conscientemente en los mundos  astral y mental. Obviamente los éteres superiores deben estar suficientemente desarrollados para que en realidad haya algo que separar. Estos éteres superiores forman el llamado vehículo sideral por Paracelso, el Dorado Vestido de Bodas que enunciara Jesús o el Psoma Suchicón según  Pablo de Tarso.


Después de un tiempo de intenso estudio, síntesis, meditación y de una gran cooperación con la labor de la Jerarquía y cuando ya sea evidente el alto nivel del discípulo y después de comprobar que su estructura física, etérica, astral y mental resistirá las elevadas energías de la Iniciación, será promovido a Discípulo Iniciado y será llevado a los Templos internos para su instrucción y entrenamiento. 

La cantidad de Luz Divina, en su triple aspecto, que un ser puede recibir depende de su capacidad de recepción y esta de la fortaleza y nivel de vibración de su estructura. Un exceso de Luz conducirá a la enfermedad física, emocional o mental (locura) o a una salida prematura de la encarnación. Esta es la etapa del Fuego Espiritual. Los Maestros se cuidan bien de no destruir los Sagrados Recipientes del Espíritu. La ayuda de los Seres de Luz es invaluable en esta fase del desarrollo. Hay un gran peligro para aquellos que se atreven a penetrar sin la debida preparación en los reinos sin forma y es difícil sin un entrenamiento adecuado valorar cuando se está suficientemente listo.

Durante la Etapa del Fuego el discípulo se alinea con la Voluntad Divina, después de haber creado el puente para poder hacerlo, mediante la ruptura de los velos. Los ejercicios de Contemplación y Adoración o Unificación le ayudarán enormemente. Recibe un poderoso bautismo de Luz que le conecta con el Plan del presente Esquema del Sistema Solar y sus siete días de la Creación, también llamados Periodos Mundiales o Cadenas Planetarias. La Voluntad de Dios será su guía. Se convertirá en un ser receptor por excelencia del Mensaje Divino, un verdadero Patriarca, un Iniciado. Su Atma o Espíritu Divino será potenciado y sus fuerzas serán conscientes. Será Probado en su ego y su confianza en la Divina Voluntad (Aries). 

El mensaje será interiorizado y le permitirá despertar gradualmente la fuerza de la Sabiduría Universal, la Energía Crística. Tendrá entonces un Segundo Nacimiento de orden espiritual. Una verdadera resurrección del Cristo que mora en si interior (el aspecto de Amor Sabiduria). Su Budhi o Espíritu de Vida será potenciado y vivificado. Será probado en su deseo de protagonismo y reconocimiento. Contactará con la Fuerza, Poder y Presencia de Jesús, El Divino Instructor del Mundo y con su Angel Solar ( el Divino Señor de la Mente, perteneciente a una de las nueve Jerarquías Zodiacales o Coros Angélicos actuantes en el presente Esquema, quien le ha acompañado durante todas sus encarnaciones desde la Epoca Lemúrica con el propósito de permitirle el desarrollo de la Mente y llevarlo hasta las puertas de la Iniciación,  que no debe ser confundido con ninguno de los tres Ángeles Guardianes que cuidan sus vehículos durante cada encarnación). Esto lo convertirá poco a poco en un Ser de alto nivel que sigue el camino de la Maestría (Leo).

El mensaje Divino será exteriorizado en forma general a la gran masa de la humanidad y en forma selecta a un grupo más cercano de probacionistas o discípulos. El Divino Mensajero revelará aquello que le ha sido encomendado desde las altas esferas. Su propósito será el de elevar cada vez más el nivel de evolución de la consciencia de la Humanidad y de aportar nuevos conocimientos que acercarán a quien busque la luz, hacia los Maestros, la Jerarquía y la Divinidad que yace en él. Será probado en su fidelidad a la enseñanza ( Sagitario).

La sabiduría será convertida en entendimiento y en conocimiento para poder ser transmitida. Su Manas o Espíritu Humano será potenciado. Su Mente Abstracta será iluminada. Una gran obra será presentada por este discípulo como legado a la humanidad. Los aspectos negativos de su Carta Natal en signos de Fuego y con Marte, el Sol y Júpiter  le indicarán sus principales puntos a ser evaluados y corregidos.

Los discípulos Iniciados manifiestan en su vida una Creatividad continua, un compromiso total con el Plan Primordial y con la Humanidad, un permanente contacto con el mundo Arquetípico y el Mundo de las Ideas Divinas y una perfecta capacidad de funcionar conscientemente en los planos astral y Mental.

Los discípulos ya Iniciados  además de asistir regularmente a instrucción y entrenamiento en los Templos de la Orden de su Maestro y a las escuelas anexas de instrucción de discípulos, a veces como estudiante, a veces como instructor, desarrollan labores de servicio y sanación desde los mundos internos. También son invitados a reuniones especiales en Shambala,  el Núcleo de la Jerarquía o Hermandad Blanca, La Ciudad Sagrada cuyo gran complejo de Templos se halla en el Mundo Mental, con reflexión en el Astral y el Etérico,  desde donde dirigen la obra de la Humanidad los más elevados y Sublimes seres Iluminados e Iniciados bajo las  directrices del Gran Iniciador o Liberador, conocido en los círculos ocultos como Sanat Kumara, del Divino Instructor del Mundo (Jesús), del Gran Director de la Civilización Aria presente, también llamado el MahaChohan o Gran Director de los Siete Rayos, del Arcángel Racial de la Raza Aria actual conocido como el Manú Vaivasvata, y de los directores  o Chohanes de  Rayo.


Los discípulos son llevados por y bajo la gran protección radiante del aura del Maestro o del Venerable Guardián de Shambala. En esas visitas conoce a muchos de los Grandes Maestros de todas las líneas u Ordenes de Iniciación y se incorpora a labores de conjunto que son supervisadas por ellos dentro de la Gran obra. Comparte allí la poderosa energía de Unificación y Armonía que reinan en Shambala.


Espero que con este resumen elaborado dentro del marco de lo que es permitido ser revelado públicamente, dar un bosquejo claro de lo que es el proceso del Discipulado desde los primeros pasos hasta la Iniciación y hacerles ver que este serio trabajo de  adelanto al lento proceso normal de evolución requiere de una gran dedicación, voluntad, Amor, energía, disciplina, abnegación, sacrificio y solemnidad. 

Poco a poco el discípulo irá comprendiendo la magnificencia de este Sendero y la necesidad de la eficiencia para lograr un desarrollo acorde con la Perfección exigida por el propio Plan de la Creación.

La Divinidad, el Ilimitado Ser que dio origen a esta Creación yace oculto en ella y debe ser revelado por todo ser que alcance la consciencia de sí mismo y de su identidad con el Creador, una vez logre la capacidad de recepción necesaria para que la luz Divina irradie a través de su estructura, purificada y fortalecida, como un perfecto espejo en el cual la Divinidad misma se verá reflejada.

Bendiciones de Fuerza Espiritual, Luz y Amor,

Alipur Karim